Reducir el uso de plaguicidas con cultivos tolerantes y salvar al mundo del hambre, son algunas de las prometedoras suspicacias de la agroindustria para humanizar el negocio y aumentar su control de mercado.
En 1996 comienza a instalarse la industria transgénica y el uso intensivo de los agrotóxicos en tierras de América del Sur a través de Monsanto. La multinacional, que fue comprada por Bayer en 2018, está presente en Chile hace décadas.